-La obsolescencia programada en las tijeras de suspensión- (2da parte).



Por: Orate.

En esta entrega toca hablar de los sistemas de suspensión en las horquillas para MTB. Los cartuchos hidráulicos los dejaremos para el siguiente artículo. Así que siguiendo la línea del post anterior ahondaremos en el tema con un poco de historia para dar contexto.

Cuando comenzaron a aparecer las tijeras de suspensión en el mercado, los fabricantes se decantaron por dos agentes para encargarse de suspender: los elastómeros y el aire. Los primeros eran hechos en su mayoría de poliuretano termoplástico. A dicho material le llamábamos simplemente “gomas” y ofrecían un tacto respetable a la hora de poner en funcionamiento las suspensiones con este material. Solo tenían un pequeño problema: las gomas con el tiempo se resecaban, acto seguido se endurecían y por último se desmoronaban en pedazos. Al principio las gomas eran de un tamaño que oscilaban entre los 10 hasta los 15 cm de largo por 2cm de diámetro; ósea que parecían una salchicha. 
 
Esta salchicha al ser aplastada dentro de la barra de la horquilla simplemente se deformaba hasta alcanzar su punto máximo y en seguida regresaba la energía acumulada. Tuve una tijera modelo Quadra10 de la marca Rock-shox que participaba de este sistema y su elastómero era de color violeta transparente. Lo que percibí desde la primera vez que la use es que era una tijera muy respondona a la hora de extenderse. Los fabricantes al observar este comportamiento comenzaron a idear una mejora para el sistema. La solución de unos fue dividir el elastómero en varios más pequeños y agujereados en el centro por donde atravesaba una guía de metal (una varilla) que ayudaba a que las gomas ya no se deformaran sin ton ni son, sino que al comprimirse se expandían más uniformemente a los lados y ofreciendo un regreso no tan loco como el de sus hermanas anteriores. 

Otros apostaron por un sistema donde los elastómeros también eran divididos en partes más pequeñas pero unidas con unos separadores de Nylamid; esto permitía que se pudieran mezclar gomas de diferentes durezas y con esto ofrecer, en teoría, un espectro más amplio de la precarga en las horquillas. Digo en teoría por que los diales de la precarga de muchas marcas en esa época estaban en pañales y la verdad no hacían mucha diferencia al accionarlos.

El “non plus ultra” que llegaron a ofrecer los elastómeros fue cuando los mezclaron junto con un resorte intercalado entre las gomas. De hecho, hubo empresas que se dedicaron a fabricar resortes con los cuales poder sustituir las gomas en su totalidad. Gracias a esto los fabricantes de suspensiones obtuvieron una retroalimentación que les hizo aprender las bondades y virtudes de los muelles en cuanto a su comportamiento y en la actualidad solo se usan los resortes y el aire en todas las tijeras de suspensión a nivel mundial. Los resortes son una maravilla mientras tengas el que corresponde a tu peso ya que ofrecen un tacto lineal a la hora de usarlos y es lo que la mayoría de ciclistas buscamos en una suspensión.

Desgraciadamente el peso es el gran obstáculo cuando se compara contra una horquilla de aire, aunque existen tijeras con resorte de titanio siguen siendo un poco más pesadas y ni hablar del precio de dicho resorte que acaba poniendo la horquilla en un precio muy elevado. Así los fabricantes han desarrollado diferentes durezas de resortes que van en el siguiente orden: extra suave, suave, mediano, duro y extra duro y abarcan desde los 55kg hasta los 105kg aproximadamente. A cada dureza se le asigno un color para diferenciarlos y el color depende del fabricante. Aparte del peso, los resortes cojean de otra área que es la oxidación porque son muy susceptibles al agua y una vez oxidados a fracturarse; aunque en ocasiones se rompen sin siquiera estar oxidados, supongo que por defecto de fabricación.

En cuanto al aire: En los comienzos las cámaras neumáticas de las tijeras eran bastante pequeñas y rudimentarias en la forma de inflarse, ya que usaban una válvula de balón para hacerlo. Lo pequeño repercutía en el tacto extra progresivo que transmitían al usarse, pero como toda vía no sabíamos nada de nada al respecto; pues todos encantados. Era algo nuevo y se veían bien hi-tech. Los recorridos de 46-48mm eran la norma, así que no se tenía mucha tela de donde cortar para estudiar su comportamiento. Muchas usaban botellas de carbón y aluminio CNC, así que resultaban bastante ligeras y eso era uno de los atributos que más convencían a los consumidores a la hora de comprar una horquilla. El aire no solo se caracteriza por tener un tacto progresivo, sino también por ser poco sensible en el tramo inicial ocasionando con esto que solo las irregularidades de mediano o gran tamaño pudieran activarlas. Pero ya que el Cross country (XC) era la disciplina dominante por esas fechas no se tenían en tan mala estima. De hecho, la medida de pre-hundimiento o SAG no era del 15% para el XC como ahora que contamos con sistemas de bloqueo, sino del 10%.

Y así transitamos varios años hasta que los recorridos comenzaron a aumentar y la poca sensibilidad inicial se hizo más patente. Entonces los diseñadores de las marcas de suspensiones se tuvieron que poner a trabajar de nuevo para solucionar ese apartado y la solución fue simple: si la cámara principal o cámara “positiva” era de poca sensibilidad, entonces había que poner un elemento en el sentido opuesto o sentido “negativo” que ayudara a sensibilizar el primer tramo del recorrido y listo. La primera tijera que observe con un sistema de este tipo fue el modelo SID Pure Dual-air de la marca Rock-shox, allá por el 97-98 si mal no recuerdo, y se trataba de una pequeña cámara negativa que se inflaba por abajo con la misma bomba de alta presión que se usaba para la parte de arriba. Su función era simple y muy efectiva ya que solo debías poner la misma presión de aire que ponías en la cámara positiva porque si le ponías de más acortabas el recorrido de la horquilla y se sentía hipersensible al más mínimo obstáculo. 

Con el tiempo esta marca introdujo dicho sistema en algunos de sus demás modelos de tijeras e incluso en suspensiones traseras. Hoy por hoy ese sistema ha evolucionado al grado de que la cámara negativa se auto llena automáticamente desde la cámara positiva al pasar el pistón por un pequeño orificio llamado puerto de transferencia (transfer port) con que cuenta la barra del sistema neumático internamente. En mi opinión es el mejor sistema de este tipo desarrollado hasta ahora.

Por otro lado tenemos a la marca FOX que se decantó por un sistema diferente, puesto que decidieron usar un resorte o muelle negativo para desempeñar la misma función sin tener tanto éxito en lo que se refiere a la fiabilidad del producto y aquí es a donde quería llegar con eso de la “obsolescencia programada”, amén de lo ruidoso que puede llegar a ser dicho sistema cada vez que accionamos la suspensión, ya que en ocasiones cuando este es el caso los resortes producen un sonido metálico que resulta molesto y transmite la sensación de que algo va mal. El problema que veo con los resortes, aparte de ser susceptibles a la oxidación y a fracturarse que de hecho lo hacen, es que vienen montados en unas piezas de Nylamid extremadamente frágiles que al activar la suspensión absorben parte del estrés del resorte con el resultado de que se van fragmentando hasta el punto en que se destruyen por completo y dejando que los resortes se muevan libremente dentro de la barra llegando a provocar lesiones en la misma y comprometiendo la estanqueidad del sistema neumático en ocasiones sin poder rescatar la horquilla nuevamente. Algo que se podría evitar fácilmente fabricando estas piezas que son de Nylamid con aluminio, acero inoxidable u otro metal libre de oxidación, pero eso supondría que las horquillas duraran más tiempo sin dañarse y eso no comulgaba con la filosofía antes mencionada. 


En mi experiencia puedo hablar de muchas tijeras que pasaron por mis manos con este problema, unas afortunadamente tuvieron solución, pero otras lamentablemente no, porque el daño que ocasiono esta falla fue tan grande que quedaron inutilizadas. Algunos de los ciclistas que sus horquillas presentaron este problema intentaron solucionarlo reparando las piezas de Nylamid y/o el resorte y cambiando las barras dañadas internamente por los resortes fracturados, pero al enterarse que el costo de las mismas rondaba los $200 dólares desistieron.

Alrededor del mundo esto fue una constante y fueron tantos los reclamos hacia FOX por parte de los usuarios que a partir del 2016 optaron por doblar las manos y copiar el sistema de la cámara negativa que se auto llena usada por Rock-shox. Pero el daño ya estaba hecho: Una cantidad incuantificable de clientes que fueron afectados alrededor del mundo por un diseño nacido para perder que se resistían a mejorar. Lo del uso del Nylamid por parte de esta marca no fue exclusivo para las monturas de dichos resortes, sino también fue utilizado en el tope que determina el recorrido de la tijera montado al vástago principal por medio de un perno de metal que atravesaba esta pieza por el centro, así que solo era cuestión de tiempo para que esta pieza se partiera por la mitad. Este problema tenía la misma solución que las monturas de los resortes: hacerla de metal.

No quiero que se piense que estoy satanizando al Nylamid, es un excelente material que se puede maquinar ya sea en el torno, en perfiladora, en fresadora, se puede perforar, se puede roscar, se pueden fabricar pistones y usarlos sin ningún problema (que de hecho lo hacen) en fin se puede manipular de muchas maneras pero todo tiene un límite; es obvio que si pones una pieza de este material a que soporte el estrés interno sostenida con un perno de metal es el Nylamid el que va a salir perdiendo y tarde que temprano se fracturara. 



Afortunadamente desde el 2016 también eso ha cambiado y no se usa más para dicho fin. Digamos que en este caso se tuvo un final feliz. Así que, si tienes pensado hacerte de una tijera FOX usada, trata de que sea del 2016 para acá y no tengas que arriesgarte a que sufras alguna de estas vicisitudes y des al traste con tu inversión. Espero sirva de algo esta información y nos vemos en el siguiente post. Prometo no tardarme tanto con la tercera parte y no recibir tantos reclamos.

Un beso…

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