Por Daniel S. Rodríguez | |
martes, 04 de diciembre de 2012 | |
En
este artículo, narramos la primera experiencia de uno de nuestros
probadores con la disciplina del ciclocross: estas son las sensaciones
de un neófito ante la disciplina del barro. Este artículo surge de la prueba de la Orbea Terra T105. Nuestro probador no era un experto, pero quería conocer las sensaciones del ciclocross y nos pusimos en marcha. La idea inicial era publicar la prueba de la bici y punto. Pero pensamos que, dadas las condiciones neófitas de nuestro probador, quizás sería más interesante explicar a nuestros lectores cómo es eso de enfrentarse al ciclocross prácticamente desde cero. ¿Dónde rodar? Lo primero que hay que plantearse es dónde vas a rodar con una bici de ciclocross. Nos informamos, y hay que decir que lamentablemente, al menos cerca de Barcelona, no hay ningún circuito permanente en el que practicar. Preguntamos a colegas y nos dijeron que ellos lo hacen en algún parque, básicamente de tarde o de noche para no molestar a los paseantes. También nos dijeron que solían rodar fundamentalmente por pistas llanas o, como mucho, onduladas. Quisimos motivarnos un poco más y preguntamos en la Federación Catalana si había posibilidad de participar en alguna carrera con licencia de cicloturista, nos dijeron que no. Ante este panorama, optamos por el camino del medio y decidimos adentrarnos con la Terra en un terreno propio del mtb. Quien viva cerca de Barcelona conocerá sobradamente Collserola, el precioso entorno montañoso que flanquea la ciudad al norte. Por ahí solemos hacer nuestras salidas de montaña. El terreno es ideal para las ruedas gordas porque hay multitud de caminos, pistas y senderos; se pueden hacer recorridos muy variados en pocos kilómetros. En una salida habitual de unos 30km, sumas mil metros de desnivel sin darte cuenta. Es decir, hay mucho sube y baja con continuas y empinadas cuestas con porcentajes de hasta el 20%. El problema era moverse por esas rampas con la Terra que nos ofrecía como desarrollo máximo un 36x25. ¡Difícil tarea! Tanto en las subidas como en las bajadas… Pese a estas expectativas, tenemos que decir que hemos desfrutado del ciclocross por estos recorridos. Como decimos, el terreno no era idóneo, o quizás, el desarrollo de la bici no era muy favorable (un 34x25, o mejor aún, un 34x28, hubiera sido ideal), pero aún así nos han gustado las sensaciones. Obviamente, había que estar muy en forma para disfrutar de ese 36x25, pero tened en cuenta que la CX pesa unos 4kg menos que una mtb (la Terra pesó 9,05kg en nuestra báscula) y eso se nota, y mucho, a la hora de lanzar la bici en las cuestas. Obviamente, en las bajadas sufrimos mucho; sin frenos de disco y sin amortiguación, la espalda y las cervicales acumulan mucha tensión, ya que no puedes coger mucha velocidad por miedo a no tener capacidad de pararla después (esperamos poder contrastar estas sensaciones próximamente con un modelo equipado con frenos de disco hidráulicos). A nivel técnico, lo ideal es rodar por pistas anchas, sobre tierra pisada, sin demasiados obstáculos en forma de piedras, raíces y demás obstáculos. Podríamos haber salido por el linde del río Llobregat (muy cerca de la ciudad de Barcelona), pero eso nos pareció demasiado aburrido: rectas kilométricas sin apenas desnivel. Lo cierto es que tras un par de salidas, la velocidad era una motivación suficiente para lanzarnos por terrenos abruptos con la Orbea Terra de prueba. Era como pedalear con una mtb sin lastre... Eso sí, para disfrutarla comprobamos que hay que estar bastante en forma; si lo estás, sentirás que la sensación de aceleración con esta bici es magnífica y batirás marcas en tus recorridos de mtb habituales sin darte cuenta. Conclusión Esta primera experiencia en el ciclocross nos ha gustado mucho. La disciplina es muy exigente, pero merece la pena. La principal motivación del ciclocross es poder rodar rápido, con una bici más ligera de lo habitual, por caminos en los que solo te adentrarías con la bici de monte (dejando de lado los senderos técnicos y trialeras). Por esto, la consecuencia lógica es acabar compitiendo en CX. El problema es que para competir hay que superar unas trabas (licencia, revisión médica, falta de circuitos para entrenar…) que impiden que el cicloturista habitual se decida. Dicen que el CX está renaciendo, pero lo cierto es que venimos oyendo esa frase hace más de diez años y la verdad es que cada vez hay menos carreras, tanto a nivel autonómico como nacional. Quizás deberían plantearse el celebrar pruebas completamente abiertas a los usuarios con licencias cicloturistas. Podría funcionar y no tienen nada que perder. ORBEA TERRA T105El Terra es el cuadro de carbono para CX de Orbea desde hace varios años. Fabricado en carbono, este modelo se sirve en tres montajes y tiene las típicas especificaciones de un cuadro de ciclocross: cableado superior, frenos cantilever, paso de rueda trasero más ancho, sin agujeros para bidón en el tubo vertical… A nivel de geometría, y comparado con el Orca de carretera, destaca que el Terra tiene las vaínas más largas (42,4 x 40,8mm) y, por tanto, mayor distancia entre ejes (1012 x 988mm). A nivel de ángulos, apenas hay variaciones, aunque nos sorprendió que tuviera un mayor grado en la dirección (74º x 72,2º). De ello, extraemos la conclusión de que el Terra es más estable que un cuadro de carretera de competición, pero también más agresiva en la conducción.Del montaje, destacaríamos dos cosas: los frenos Tektro frenan lo justo; es decir, lo justo si los comparamos con los discos de una mtb. En terrenos llanos y cómodos, tienen una frenada más que suficiente. Los desarrollos son el segundo punto a destacar. En los platos encontramos un 46x36 y en el casete un 11x25. Estos desarrollos nos dejan claro que estamos ante una bici enfocada a la competición. Un desarrollo máximo de 36x25 es muy justo para rodar por montaña. En terrenos poco empinados, no tendremos problemas, pero cualquier cuesta que se acerque al 10% es un sufrimiento importante (más nos valdrá que la cuesta sea corta). Tened en cuenta que al rodar por tierra, el esfuerzo a realizar para superar una subida es mayor que sobre el asfalto. El peso de esta Terra nos ha parecido muy bueno. Apenas 9kg está muy bien para un modelo de gama media, con unas ruedas Aksium y un grupo 105 más que solventes. Quizás el precio final sea algo elevado para este montaje, pero los acabados del cuadro son de muy buena calidad y Orbea una firma de referencia en la disciplina. FICHA TÉCNICA Cuadro: Orbea Terra Carbon Horquilla: Orbea Terra Carbon Platos: FSA Omega BB30 46x36 Dirección: integrada carbon 1”1/2 Manillar: Orbea Alu. Pro Potencia: Orbea Alu. Pro Grupo: Shimano 105 Frenos: Cross Tektro Cadena: KMC X10 Casete: Shimano 105 11-25 Ruedas: Mavic Aksium Cubiertas: Vittoria Cross XG Pro 700x32 Tija: Orbea carbon Pro Sillín: Selle Italia SL Flow Tallas: 48, 51, 54, 57 y 60 Peso comprobado: 9,05kg (talla 54) Precio: 2152€ Más información: www.orbea.com |
Iniciación al ciclocross
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