Crítica del libro, Pedaleando en la Oscuridad



Por David Suárez   
lunes, 30 de julio de 2012
Examinamos la obra biográfica del ciclista británico David Millar, un libro que se presenta como uno de los relatos más vivos y en primera persona sobre el dopaje en el ciclismo.

Si atendemos al subtítulo del original en inglés The Fall and Rise of David Millar, tendremos una idea exacta del camino que pretende andar este libro publicado a principios de este año. Pedaleando en la Oscuridad es el relato en primera persona del ciclista profesional David Millar en el que narra su caída en el dopaje y posterior resurgimiento para encarnar el denominado "ciclismo limpio": "Quiero ser un ejemplo para los ciclistas jóvenes", ha dicho el escocés en más de una ocasión.

El libro se resume rápidamente. David Millar narra en primera persona su vida con especial énfasis en cómo descubrió el ciclismo siendo casi un niño, como se enamoró de este deporte, cómo se hizo profesional y cómo, debido a las presiones externas, acabó dopándose y suspendido durante dos años. A partir de la primera mitad de la obra, Millar explica cómo cayó en una espiral prácticamente autodestructiva hasta que, gracias al apoyo de David Brailsford –manager del Sky y profeta del nuevo ciclismo en el Reino Unido–, consiguió volver al ciclismo profesional y erigirse en abanderado del "ciclismo limpio". La imagen final es muy reveladora de lo que pretende el autor, ya que se muestra a sí mismo medio llorando en la habitación de un hotel, tras conseguir el oro en la CRI de la Commonwealth mientras le vienen a la mente estas palabras: "La redención". Así pues, estamos ante las memorias de un ciclista redimido...

Los malos
Quizás lo más representativo de la obra es que presenta a la mayoría de personajes y situaciones desde un punto de vista maniqueo: los hay buenos o malos. Se podría decir que la mayor parte de los que forman el ciclismo profesional son malos, miran para otro lado en cuestiones de dopaje, vienen a presionarte para que te dopes (y así conseguir resultados) y te miran como un bicho raro si no lo haces. Este sería el panorama que se encontró Millar en sus primeros años como profesional (debutó en 1997), siempre en el Cofidis, en los que no deja títere con cabeza y se ceba con gente como Vandenbroucke, Gaumont y los responsables del equipo. También se muestra muy explícito en sus críticas al Saunier Duval de Joxean 'Matxin', primer equipo que le acogió tras cumplir su sanción en 2006. Aquí Millar es muy claro y habla de la impotencia y pasividad de los responsables del equipo ante los pinchazos de Riccó en el autobús y de cómo denunció todo esto a la UCI y al Tour, a espaldas del propio equipo.

Sin emabargo, entre tanto nombre propio, Millar no explica porque no nombra al ciclista italiano que le ayudó en su primera toma de contacto con el dopaje –le llama L’Equipier, pero seguramente se trata de Massimilliano Lelli, compañero en el Cofidis–, así como tampoco da el nombre completo del médico español al que acudió para doparse sistemáticamente –le llama "Jesús", pero es perfectamente reconocible como Jesús Losa, ex médico del Euskaltel–. Millar quiere dejar bien claro que se resistió siempre que pudo a doparse, a pesar de que se trataba de una práctica habitual y aceptada tácitamente en el mundillo. De hecho, asegura que corrió limpio hasta 2001, cuando tras un Tour decepcionante se sintió obligado –y presionado– a pasar por el aro de la EPO. Lo sorprendente es que Millar lograra grandes éxitos, incluso en el Tour, sin doparse en absoluto en unos años en los que, como el mismo relata, la EPO estaba completamente generalizada: "Quería demostrar que se podía ganar sin doparse", explica.

Los buenos

Si la mayoría de las personas que desfilan por las páginas de la primera mitad de la obra forman parte de ese lado oscuro, mafioso y despiadado del ciclismo; a partir de la segunda mitad, Millar habla mucho y bien de unos cuantos benefactores que le ayudaron a reencontrarse y volver al ciclismo por el buen camino. A la cabeza de ese grupo de elegidos ("que creyerón en mí") está el actual responsable del Sky, David Brailsford, y los muchos de los miembros del equipo británico de ciclismo. Millar no ahorra ningún elogio y agradecimiento a la estructura ciclista británica; precisamente esa que se ha forjado en los últimos años y que es ahora mismo el principal referente del ciclismo mundial (sobre todo tras el exitoso Tour del Sky-Wiggins).

Como ya se ha dicho por ahí, las loas a Brailsford y al ciclismo británico hay que interpretarlas en clave olímpica. Millar, de 34 años, quería participar en los JJOO de Londres y, en principio, esto era imposible porque el Comité Olímpico de su país prohibía la participación de cualquier deportista que tuviera en su CV una sanción por dopaje. Como ya sabrán, esta norma se suavizó lo suficiente y Millar ya ha participado en la prueba en ruta y el próximo 1 de agosto lo hará en la CRI.

Para acabar, diremos que el libro se lee con bastante facilidad, es ameno y atrapa al lector interesado en los sucios interiores del ciclismo. El estilo es coloquial y desenfadado, aunque hemos encontrado algunas imprecisiones propias de una traducción no experta en ciclismo: "descarrilador" por desviador. Quizás las cien primeras páginas sean prescindibles, ya que se centran en la infancia y adolescencia de Millar. Más allá de que nos creamos o no lo que dice Millar en torno al dopaje (sobre todo su tesis de que "yo quería correr limpio, me resistí todo lo que pude, pero caí y asumo las consecuencias"), Pedaleando en la Oscuridad ofrece un relato muy vivo y sorprendente de la mala vida de un ciclista profesional de éxito: vida en solitario, bipolaridad, toma de somníferos, despilfarro, juergas, borracheras… De hecho, esto es lo que más me ha llamado la atención de este libro.

Antes de acabar un detalle importante para los lectores españoles: cuando Millar decide doparse sistemáticamente contrata a un médico español, compra los medicamentos en España y se aloja en un hotel en Navacerrada; creo que es importante tenerlo en cuenta.

¿Para quién?
Una obra interesante para quienes quieran conocer las turbias interioridades del ciclismo moderno de primera mano. Obviamente para fans de David Millar y quienes crean en su relato y en su misión autoproclamada de "abanderado del ciclismo limpio".

FICHA TÉCNICA

Título: Pedaleando en la Oscuridad
Autor: David Millar
Edita: Contraediciones SL
Páginas: 411 (con ilustraciones)
Año: 2012 (Barcelona)
ISBN: 978-84-939850-5-9
Precio: 19,90€

Más información: www.contraediciones.com
 
 

Productos energéticos GU



Por Daniel S. Rodríguez   
Probamos un surtido de los productos de nutrición deportiva GU, de reciente implantación en España.

Para quien no los conozca, GU es una firma estadounidense de nutrición deportiva muy famosa en su país de origen donde dicen que es la líder en ventas. A España, GU Energy ha llegado ahce poco más de un año de la mano de una joven empresa especializada en la distribución de material ciclista: Myrco Sport. Dispusimos para esta prueba de un surtido de varios de sus productos más exitosos. En concreto probamos los Energy Gel, Roctane Gel (cafeína), los Chomps (gominolas) y las Electrolyte Tablets (pastillas solubles).

La prueba que veréis a continuación es más una presentación de producto que un test en toda regla. Si ya la prueba de algunos productos relacionados con el ciclismo son muy subjetivas y dependen mucho de las circunstancias del probador, qué podría resultar de una prueba de productos de nutrición; lo que me guste o me vaya bien a mí, no tiene por que ser igual para otro usuario. Por tanto, nos hemos limitado a explicar los productos GU después de haberlos probado; señalando, eso sí, algunas ventajas o inconvenientes del envase y otras cuestiones prácticas. Curiosamente, GU no dispone de barritas en su gama de productos, ni de ningún otro alimento sólido parecido… Vayamos por partes, para describiros uno a uno las sensaciones que hemos tenido al probar cada uno de estos productos:

GU Energy Gel: Se trata de un gel de composición bastante común que aportan unas 100 calorías, compuestas de carbohidratos, aminoácidos, electrolitos y, en algunos sabores, cafeína. Lo que más destaca de estos geles es la enorme variedad de sabores, hasta once, algunos tan curiosos como "chocolate-menta" o "expresso-love". Se trata de un envase de 32g, bastante compacto y que resulta muy fácil de usar sobre la marcha. La apertura se abre bien con los dientes sobre la bici y el contenido se apura bastante bien de un “apretón” sobre la bici. El contenido es más denso que el de otros geles, incluso parece que casi hay que masticarlos un poco. Al ser tan denso, cuesta apurar un poco el contenido, pero la impresión general de estos geles es bastante buena: solo hay que acertar con el sabor que más nos guste.

GU Roctane: El nombre completo de este producto es Roctane Ultra Endurance Energy Gel. Se trata de un gel con el mismo formato que el anterior, pero con una dosis extra de cafeína (35mg). Además, han incorporado un añadido de componentes para la recuperación muscular (OKG). Aquí encontramos menos surtido de sabores (seis), pero algunos también son curiosos: "chocolate-raspberry", "islands nectars"… La densidad de estos geles es también mayor a la que estamos acostumbrados, aunque el sabor a cafeína apenas se nota. Como comentamos, el formato es igual al del Gel Eenrgy: bastante acertado y práctico. GU dispone de una gama de productos Roctane (es decir más potentes) pero para un formato líquido, con polvos y pastillas solubles.

GU Chomps: Es lo más parecido a un alimento sólido que encontraremos en el surtido de productos GU. Se trata de una especie de gominolas, en seis sabores, que sirven básicamente para aportar carbohidratos y algo de aminoácidos, antioxidantes y cafeína. Entendemos que estos Chomps aportan energía de absorción más lenta que los geles. Su textura es blanda, aunque demasiado, y en cada bolsita encontramos 4 gominolas (30g). Casi todos los sabores son aceptables, no son muy marcados, y la textura suave y blanda facilita la ingesta. El principal problema de los Chomps es el envase, no encontramos la manera de abrirlos de manera adecuada y siempre acabamos destrozando la bolsa para poder extraerlos sobre la marcha.

Brew Electrolyte: Se trata de pastillas solubles en agua que hacen las veces de bebida isotónica para tomar durante el ejercicio. Los Brew Tablets se comercializan en tubos de 12 pastillas. Disponen de cinco sabores, alguno también llamativos como "Pink grapefruit" o "té de melocotón". La principal característica de este producto es que no tiene calorías (apenas 10kc por pastilla), además de aportar electrolitos para la hidratación y de aportar Stevia como edulcorante natural. El resultado es un producto bastante bueno de sabor, suave pero que al usarse en pastilla soluble siempre deja un puntito de burbujas en la bebdida. Por otro lado, este formato de pastillas es ideal para usar el producto en marchas o en travesías de varias etapas sin tener que desplazarse con los grandes botes de polvos.

¿Para quién?
Como decimos, GU es una marca poco conocida en España, pero que llega con el aval de ser uno de los referentes en nutrición deportiva de Estados Unidos. Nos consta que poco a poco está tomando bastante presencia a base del patrocinio de eventos deportivos (algunos de gran tamaño como la maratón de Barcelona). LA gama de productos es variada, sobre todo en sabores, y con algunos particularidades que los hacen especiales (los Chomps, por ejemplo).

Lo mejor
Formato de los geles y variedad de sabores. Uso de Stevia como edulcorante natural.

A mejorar
El envase de los GU Chomps. Más información: Web Gu Energy

El descanso como parte del entrenamiento



Por Pedro García (www.deporteysaludfisica.com)   
domingo, 01 de julio de 2012
Planificar los descansos es tan importante para el deportista aficionado como planificar los entrenamientos ciclistas. Muchos no lo saben, pero respetar el periodo de descanso es muy importante para mantener la forma física.

Los que practicamos ejercicio de manera recreativa muchas veces no queremos parecer a los profesionales que salen por la tele. Los que juegan al fútbol desean estar todo el año al máximo de rendimiento y ganar siempre. Los que practican running quieren ir más rápido, los que montan en bici desean tener más fuerza y coronar en primer lugar el puerto, los que hacen pesas quieren ganar masa muscular y estar cada día estéticamente más atractivos. Es lógico, todos queremos más. Todos deseamos parecernos a los mejores.

No sabemos descansar...

Me encuentro frecuentemente que casi todos los deportistas tienen perfectamente organizados los entrenamientos pero no lo tienen tan claro con el descanso. Las cargas o entrenamiento duros están periodizados meticulosamente cada semana. Día a día está detallado el programa a seguir para incrementar paulatinamente el rendimiento. También suelen tener en la libreta de entrenamientos los periodos de descanso. Todo está perfecto hasta aquí. Pero ocurre un problema al pasar de la teoría a la práctica. No sabemos descansar.

En ciclismo, acostumbramos a salir en grupo con la mentalidad de practicar descanso activo. Nos quedamos en la parte trasera para no forzar mucho, pero a medida que la cosa se va tensando y el grupo va más deprisa, nosotros también vamos más deprisa, y es en ese momento cuando comenzamos a entrenar mal. El corazón sube el pulso por encima de su zona de recuperación y ese entrenamiento ya no nos ha servido para recuperar. Al día siguiente pasa igual, y al otro y al otro. Pensamos que recuperamos por ir en la parte trasera del grupo pero no es así. La realidad es que no sabemos recuperar ni descansar. Eso es lo que nos diferencia de nuestros ídolos de la tele. Para ellos, el deporte es su trabajo, y como todo buen trabajador, sabe cuándo le tocan las vacaciones y sabe cuando le toca trabajar. Nosotros no sabemos eso ya que lo nuestro es una afición mezclada con un poco de pasión, y cuanto más tiempo dediquemos a nuestra pasión, mucho mejor.

Al finalizar el periodo de descanso marcado en el entrenamiento, resulta que no hemos descansado bien y nos enfrentamos a un nuevo periodo de carga. Cada semana un poquito más de trabajo y cada semana un poquito más cansado, hasta que no podemos recuperar bien... Ahí es cuando nos damos cuenta que igual algo no hemos hecho bien el periodo de descanso y asimilación. También hay otro grupo de deportistas que no tienen nada planeado. Ellos entrenan y entrenan por sensaciones. Llegan a un punto que no dan más de sí y piensan que si entrenan más, irán mejor, ganarán más músculo, tendrán más fuerza, podrán seguir más tiempo al grupo… cuando lo que tienen que hacer es todo lo contrario. Descansar para asimilar todo el trabajo que llevan hecho.

Mi consejo es que si practicas deporte, eres competitivo y deseas ir cada día un poquito mejor, planifiques periodos de descanso en tus entrenamientos y que cumplas esa planificación al pie de la letra. Sólo si descansas adecuadamente podrás seguir incrementando tu rendimiento poco a poco, día a día. Que tu afición-pasión no se convierta en un dolor de cabeza. Disfrútalo usando todos los recursos que están a tu alcance. Recuerda: Planifica tus descansos y realízalos al pie de la letra.

¡Sé Feliz!

Pedro García es preparador físico
www.deporteysaludfisica.com